Tuberculosis latente: diagnóstico y tratamiento actual
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Resumen
La infección tuberculosa latente (TL) afecta al 23% de la población y constituye un reservorio de tuberculosis (TBC) ya que 10% progresa hacia una TBC. La TL se reconoce por pruebas como la tuberculina (PPD o TST) y los ensayos de liberación de Interferón gama (IGRAs). La sensibilidad de IGRAs (versión Quantiferon TB Gold plus) es 94% y del PPD 77%. La especificidad del Quantiferon TB Gold Plus es 97% y del PPD 68%. El valor predictivo de progresión a TBC activa de estas pruebas es bajo (PPD: 1,5%, IGRAs: 2,7%) pero mejora en personas de alto riesgo de contraer TBC (PPD: 2,4%, IGRAs: 6,8%). Las personas con pruebas negativas que posteriormente presentan viraje (prueba positiva) tienen mayor riesgo de progresión a TBC activa. Estas pruebas son útiles en el seguimiento de contactos intradomiciliarios, extranjeros de países con altas tasas de TBC, inmunosuprimidos, enfermedad renal crónica, diabetes, silicosis y secuelas pulmonares de TBC no tratada. En la terapia de TL se utiliza isoniazida (H) auto-administrada por plazos de 6 a 12 meses con eficacia protectora de 60% y riesgo de toxicidad hepática de 2% pero con baja adherencia (50-70%). La asociación de H con rifapentina en dosis única semanal durante 12 semanas tiene eficacia de 81%, adherencia de 82% y baja toxicidad hepática (0,4%). Nuevos biomarcadores de TL y vacunas que mejoren la inmunidad en TL se encuentran en estudio. El tratamiento de la TL puede reducir la incidencia de TBC a largo plazo.
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Tuberculosis latente, PPD, IGRAs, quimioprofilaxis
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